La historia de Craig Coley, el hombre que pasó 40 años en prisión por un crimen que no había cometido
Un error judicial destrozó la vida a este norteamericano
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En 1978, la vida de Craig Coley cambió de manera radical. Ese año, fue detenido por la policía de Simi Valley, a las afueras de Los Ángeles, en California, acusado de dos delitos de asesinato en primer grado. Coley tenía entonces 31 años y la policía le responsabilizaba del asesinato de su exnovia Rhonda Wicht y de su hijo de cuatro años, Donald. Siempre mantuvo su inocencia: “hacedme lo que queráis" -le dijo a los detectives que lo detuvieron- "pero seguid investigando porque yo no soy el hombre que buscáis”.
Craig Coley fue juzgado dos veces. El primer juicio fue declarado nulo, ya que el jurado no alcanzó un veredicto por unanimidad. En el segundo – con un abogado que nunca había llevado un caso criminal- fue condenado a cadena perpetua. En los dos juicios la fiscalía pidió para él la pena de muerte. Coley pasó en prisión casi 40 años.
En 1989, un detective de la misma policía de Simi Valley retomó el caso ante lo que consideraba deficiencias en la investigación y en la custodia de las pruebas que supuestamente inculpaban a Coley. Esta investigación obligó a las autoridades a reabrir su caso en 2016 y en 2017 ante las nuevas evidencias presentadas, el entonces gobernador de California Jerry Brown, decidió concederle el perdón. Coley –que hoy tiene 72 años- fue indemnizado entonces con casi dos millones de dólares -140 dólares por cada uno de los 13.991 días que pasó en prisión- pero un recurso de sus abogados en un juzgado federal elevaba, hace escasas fechas, esa indemnización a 21 millones de dólares, algo más de 18 millones de euros, una cantidad que abonarán la ciudad de Simi Valley y varias agencias de seguros.