Israel bombardea el sur de Beirut donde se reportan cuatro muertos cerca de un importante hospital

Este lunes, el Ejército israelí reanudó los bombardeos sobre los suburbios al sur de Beirut, intensificando la ya tensa situación en Líbano. Según el Ministerio de Salud libanés, cuatro personas han sido asesinadas y otras 24 han resultado heridas en ataques que se han centrado en áreas cercanas al hospital Rafik Hariri, uno de los principales centros de salud del país. 

Los bombardeos han golpeado especialmente zonas como Haret Hreik, Al-Ruwais y Al-Ghobeiry, además de una área cercana al Aeropuerto Internacional de Beirut. La intensidad de los ataques ha llevado a situaciones críticas, como el desvío de un vuelo de Middle East Airlines a una pista alternativa debido al inicio de la agresión israelí.

El portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, había advertido en un mensaje a través de la red social X que se llevarían a cabo operaciones contra instalaciones de Hizbulá, instando a los civiles a mantenerse alejados al menos 500 metros de las áreas identificadas como de alto riesgo.

Desde el estallido de los enfrentamientos, el número de víctimas en Líbano ha aumentado drásticamente, con al menos 2.483 personas muertas y más de 11.600 heridas. Estos datos reflejan la gravedad de una situación que se ha intensificado en el marco del conflicto más amplio en la Franja de Gaza, donde los enfrentamientos entre el Ejército israelí y diversos grupos armados han desatado una crisis humanitaria de grandes proporciones.

Israel bombardea el sur de Beirut

Amnistía Internacional ha denunciado que las advertencias de evacuación emitidas por Israel son "inadecuadas" y, en algunos casos, "engañosas". La organización señala que muchas de estas alertas se han dado en momentos en que los residentes se encontraban durmiendo, lo que pone en duda la efectividad de estas medidas para proteger a la población civil.

La advertencia a los civiles, aunque se presenta como un esfuerzo por minimizar el daño, no exime a Israel de sus obligaciones bajo el derecho internacional humanitario, que prohíbe los ataques indiscriminados y exige que se tomen todas las precauciones posibles para salvaguardar la vida de los civiles.

La escalada de la violencia en el Líbano no solo afecta a la población local, sino que también tiene repercusiones en la región en general. La historia de conflictos entre Israel y Hezbolá es larga y compleja, marcada por ciclos de violencia que dejan a la población civil atrapada en el fuego cruzado.

La reanudación de los bombardeos no solo genera temor e incertidumbre entre los ciudadanos, sino que también plantea serias preguntas sobre la responsabilidad de las partes involucradas en el conflicto. La comunidad internacional observa con preocupación este aumento de la violencia y el sufrimiento humano resultante.

Cuatro muertos

Las organizaciones de derechos humanos han hecho un llamado a ambas partes para que respeten el derecho internacional y protejan a los civiles. Sin embargo, la complejidad del conflicto, junto con las profundas divisiones políticas y sectarias en la región, dificulta la posibilidad de una solución pacífica a corto plazo.

La pérdida de vidas y el sufrimiento de la población civil subrayan la necesidad urgente de un enfoque diplomático que aborde las causas subyacentes de la violencia y busque un camino hacia la paz duradera. La situación exige no solo una respuesta humanitaria, sino también un compromiso político serio para evitar que el ciclo de violencia continúe.