Los crímenes de odio, una lacra que no para de aumentar en EE.UU.

En lo que va de 2019, se han producido alrededor de 250 tiroteos múltiples en suelo estadounidense, con casi un millar de víctimas y unas 250 mortales

Los crímenes de odio, una lacra que no para de aumentar en EE.UU.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Seguimos conmocionados por las matanzas vividas este fin de semana en suelo estadounidense. Los dos tiroteos, con apenas unas horas de diferencia, han supuesto un difícil trago que, incluso ha irrumpido con fuerza en la campaña electoral americana.

Las autoridades de Estados Unidos investigan el tiroteo que el sábado dejó al menos 20 muertos en El Paso, ciudad fronteriza con México, como un caso de "terrorismo doméstico" y "delito de odio", por los supuestos vínculos del tirador con un manifiesto en el que se critica "la invasión hispana de Texas". Varios aspirantes demócratas a la Casa Blanca en 2020 han apuntado al "racismo" y su condescendencia con el "supremacismo blanco" del presidente estadounidense, Donald Trump, como uno de las causas detrás de los tiroteos de El Paso (Texas) y Dayton (Ohio).

"Es un racista y aviva el racismo en este país, y no solo ofende nuestra sensibilidad, fundamentalmente cambia el carácter de este país y lleva a la violencia", afirmaba Beto O'Rourke, excongresista por Texas tras visitar a heridos en hospitales en El Paso.

Estos dos tiroteos, lamentablemente, no son un hecho aislado, y su incesante aumento no hace más que preocupar a la sociedad de Estados Unidos. Las víctimas mortales en tiroteos han ascendido un 26% en relación con 2018, cuando aún quedan más de 4 meses para que acabe el año. En todo 2018 se contabilizaron 215 personas fallecidas en tiroteos. En 2019, a fecha del 4 de agosto, la cifra ha aumentado hasta los 271, con los muertos de los últimos tiroteos.

Precisamente, las autoridades documentaron más de 7.000 delitos de odio en 2017, un 17% más que el año anterior. Un dato que suponía la tercera subida anual consecutiva, según un informe publicado por el FBI.

Más de la mitad de esos crímenes, aproximadamente tres de cada cinco, estuvieron motivados por cuestiones raciales o étnicas, mientras que uno de cada cinco fue por creencias religiosas.

La policía federal considera delito de odio los crímenes motivados por una animadversión contra una raza, religión, discapacidad u orientación sexual, entre otros. De los más de 7.000 incidentes de esta índole que ocurrieron el 2017, más de 2000 fueron contra afroamericanos938 contra judíos y 1.130 contra homosexuales.

En concreto, el 48,6 % de los ataques fueron dirigidos a afroamericanos, seguido por blancos (17,1 %), hispanos (10,9 %), indios americanos (6,3 %), y víctimas de otras razas (4,5 %).

En 2017, la comunidad latina, principal objetivo del ataque de El Paso de este sábado, sufrió 427 ataques, con un total de 552 víctimas; unos datos superiores a los registrados en 2016 (344 incidentes y 483 víctimas). Por otro lado, los ataques antisemitas crecieron un 37 % en 2017.

Los datos, pese a ser de 2017, son incontestables y dan buena cuenta del proceso de odio en el que se encuentra inmersa la sociedad americana. Que los crímenes de esta índole no hacen más que crecer, es un hecho.

En lo que va de 2019, se han producido alrededor de 250 tiroteos múltiples en suelo estadounidense, con casi un millar de víctimas, cerca de 250 de ellas mortales. El más grave tuvo lugar en Virginia Beach, localidad costera en el Estado de Virginia, en el este del país, cuando un pistolero mató a 12 personas e hirió a otras cuatro, en un edificio de oficinas municipales.

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