Lula desde prisión: "Soy un preso político exiliado en mi propio país"
Ha publicado este domingo una carta con motivo del primer aniversario de su ingreso en prisión
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El expresidente brasileño Luiz Inázio Lula da Silva ha publicado este domingo una carta con motivo del primer aniversario de su ingreso en prisión en la que se reivindica como "preso político exiliado en mi propio país" y alerta de que sus enemigos "tienen miedo de los millones de Lulas, porque ellos saben de lo que somos capaces cuando nos unimos para transformar este país".
La misiva está dirigida a "sus incansables compañeras y compañeros de lucha" que lo acompañan en la vigilia que se mantiene frente a la cárcel de Curitiba donde está preso y ha asegurado que en el proceso judicial "jamás presentaron una sola prueba contra mí". Además ha reprochado a las autoridades que le están "separado del pueblo brasileño, de mis familiares y de los amigos más queridos" con prohibición de "dar entrevistas, hablar y ser oído".
Así, ha subrayado que su único crimen, por el que se encuentra preso, es "dedicar una vida entera a la construcción de un Brasil más justo, desarrollado y soberano" y por eso se impidió su candidatura en las elecciones presidenciales de 2018.
Los enemigos de Lula "están cada vez más ricos, pero la fortuna obtenida a costa del sufrimiento de millones de brasileños no les trae felicidad". "Ellos están cada vez más rabiosos e infelices, envenenados por el propio odio que destilan. (...) Tienen miedo de los millones de Lulas, porque ellos saben de lo que somos capaces cuando nos unimos para transformar este país", ha argumentado.
"Pensaban que la imposición de ese largo silencio callaría para siempre mi voz. Pero no la callaron ni la callarán, porque somos millones de voces", ha explicado. "Estamos vivos y fuertes. Juntos, vamos a revertir cada retroceso, cada paso atrás en la dura caminata hacia el Brasil que soñamos y que probamos ser posible construir. Venceremos", ha remachado.
Lula está en la cárcel de Curitiba desde el mes de abril de 2018 tras ser condenado a doce años de prisión por aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo como pago por favores políticos.