Casi 700 detenidos en las protestas en Francia tras la muerte de un joven por parte de la Policía
El presidente Emmanuel Macron ha hecho un llamamiento a la calma tras una nueva noche de protestas. Más de 40.000 policías están desplegados en las principales ciudades francesas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Al menos 667 personas han sido detenidas en Francia tras una noche en la que la Policía, gendarmes y bomberos han tenido que hacer frente a una violencia sin precedentes, según lo ha calificado el equipo del ministro del Interior, Gérald Darmanin. Ha sido la tercera noche de protestas por la muerte de un adolescente de 17 años en un control policial.
El policía que realizó los disparos ha pedido perdón a la familia del joven.
El presidente de la república, Emmanuel Macron, va a presidir una nueva célula de crisis, lo que le va a obligar a abandonar el Consejo de Europa que se celebra en Bruselas.
Una tercera noche de extrema violencia
La tercera noche de disturbios en las principales ciudades de Francia ha dejado un balance de 500 edificios públicos y 1.900 vehículos incendiados, pese a la movilización de 40.000 policías y gendarmes por el Gobierno, que insiste en que su prioridad es "restablecer el orden republicano".
Esas cifras de destrucciones Protección Civil, filtradas por la cadena BFMTV este viernes, muestran la amplificación de las protestas, que en muchos casos se han dirigido contra ayuntamientos, escuelas, comisarías, tribunales, pero también centros de impuestos, bibliotecas o depósitos de autobuses.
La primera ministra, Élisabeth Borne, que esta mañana estuvo en Evry para comprobar los daños causados en esta ciudad del extrarradio de París junto al titular de Interior, Gérald Darmanin, hizo hincapié en que los autores de eses actos son "individuos muy violentos" y "muy jóvenes" que "no son representativos de los habitantes".
Preguntada sobre la posibilidad de declarar el estado de emergencia, la primera ministra francesa ha asegurado que se examinan "todas las posibilidades con una prioridad, el retorno del orden republicano a todo el territorio".
A primera hora de la mañana, Borne había reunido en su residencia oficial de Matignon con varios ministros para evaluar lo ocurrido durante la noche en la que al menos 667 personas fueron detenidas por su participación en los altercados y 249 policías y gendarmes resultaron heridos, ninguno de gravedad.
La primera ministra señaló entonces que los actos de violencia "son insoportables e inexcusables y manifestó su apoyo a los policías, gendarmes y bomberos que han tenido que intervenir.