El resultado electoral de Baviera presiona a la gran coalición de Berlín
La CSU seguirá gobernando en el estado, pero ya no en solitario, y el resultado supone un terremoto político en Alemania
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Es el peor resultado de la historia de los socialcristianos bávaros, la CSU (35,5%), que gobiernan Baviera desde 1962 y que tendrán que negociar ahora una coalición posiblemente con Freie Wähler, Electores libres, partido de derecha, localista, que ha obtenido el 11,5% de los votos. En cuanto al partido anti europeo y anti extranjeros Alternativa para Alemania, entra en el parlamento bávaro y celebra la caída de los partidos de la gran coalición. “Es un bofetón para la gran coalición de Berlín, un resultado desastroso para la CDU y todavía peor para el SPD, eso nos sitúa en Berlín ante la pregunta sobre si la gran coalición sigue siendo una gran coalición”, decía la presidenta del grupo parlamentario de AfD, Alice Weidel.
“Ha sido un resultado amargo, no se corresponde con la buena situación económica, de empleo y de seguridad en Baviera y está claro que las tensiones en la gran coalición no han sido un viento de cola para la campaña de la CSU”, reconocía por su parte en una primera reacción la secretaria general de la CDU de Merkel, Kramp-Karrenbauer. La CDU culpa del resultado a los reiterados chantajes y ultimátum del ministro de Interior Horst Seehofer, miembro de la CSU y ex presidente de Baviera, que a raíz de la política de refugiados ha llegado a situar en dos ocasiones al gobierno alemán al borde de la ruptura.
La presidenta del Partido Socialdemócrata (SPD), Andrea Nahles, utilizaba también el adjetivo “amargo” y mencionaba como causa del desastre “las performance en la gran coalición de Berlín” , adelantando que “una cosa está clara: tengo que cambiar eso”. El propio Seehofer declaró que en las próximas semanas serán llevadas a cabo las “consecuencias necesarias”. Desde el verano se rumorea en Berlín que hay un pacto en la gran coalición para eliminar a Seehofer tras las elecciones bávaras, bajo amenaza de Nahles de ruptura de gobierno que derivaría en nuevas elecciones.
El Partido Liberal (FDP), por su parte criticaba que “muchos partidos estén comprando votos al precio de mejoras sociales que se traducirán en subidas de impuestos”. Su líder, Christian Lindner, advirtió que “el clima económico global no permite esas políticas” y llamó “a la responsabilidad” al nuevo gobierno bávaro que salga de estas elecciones.