Suecia, el país que no ha apostado por el confinamiento contra el coronavirus
Suecia es el único país de la UE que no ha adoptado medidas drásticas de confinamiento ante el coronavirus
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A diferencia del resto de Europa y de buena parte del mundo en Suecia la única decisión que ha tomado su gobierno ha sido la cerrar universidades e institutos. Y hasta ahí porque por lo demás ha apelado a la responsabilidad de cada uno de sus ciudadanos. Algo que según Constanza, una española que vive en Uppsala con su familia los suecos cumplen a rajatabla. ‘Son conscientes de que están andando por el filo de la navaja pero aun así impera la esperanza y la confianza de que esto funcione’.
Los suecos tienen otro carácter
A ello se une su carácter alejado del estilo Mediterráneo de españoles o italianos. ‘Los suecos son por naturaleza reacios a los conflictos. Huyen del conflicto y también por naturaleza no son tan sociables y familiares como nosotros. Eso de ver a tres generaciones comiendo en un restaurante los domingos como vemos en España aquí no pasa. Aquí los abuelos suelen estar lejos porque en Suecia hay mucha más movilidad a lo largo de tu vida. Los mayores, el grupo más vulnerable en esta situación, no está tan presente como lo está en España por lo que no tienen ese nivel de riesgo’.
Y esa responsabilidad a la que ha apelado el Ejecutivo sueco se traduce en cada una de sus acciones a título individual. Sin orden de por medio. ‘Las zonas de tiendas han reducido sus horarios. Los hoteles están a medio gas. Los restaurantes solo tienen pequeñas zonas abiertas. Todos los eventos, el fútbol, la ópera, los conciertos… se han cancelado’. Constanza confiesa que después de dos semanas ve a los suecos responsables. ‘Se suspenden las fiestas de los cumpleaños de mis hijos, coros… Cada empresario, cada director de colegio decide. Todo a título individual’.
Ayuda también y mucho en la lucha contra el coronavirus un aspecto importante: Suecia es un país casi tan grande como España pero con solo diez millones de habitantes por lo que la población está muy dispersa. Constanza cree que esa soledad geográfica ‘es una ventaja en esta situación’.