J.L Restán | Línea Editorial

Cartas sobre Venezuela

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Secretario de Estado vaticano, Cardenal Parolin, ha respondido en carta pública a los seis expresidentes latinoamericanos que han escrito al Papa para expresar su preocupación por Venezuela. La Santa Sede apuesta por una salida democrática, cree en la idoneidad de unas elecciones libres y confirma las condiciones expresadas en diciembre pasado para retomar el frustrado diálogo. La carta se ha conocido pasados unos días de la entrevista que Francisco mantuvo con seis obispos venezolanos y después de darse publicidad a la carta dirigida por Maduro al Papa.

El tono de las cartas y su contenido difieren notablemente. De hecho, solo coinciden en un dato: Venezuela vive sometida a un estado tal de violencia, que hay que atajar la espiral que se teje día a día. Maduro acusa a la oposición de graves crímenes, no solo contra el Estado sino contra la población. Nada dice de las necesidades alimentarias o sanitarias, de su negativa a dar vía libre a la ayuda humanitaria, ni de la parálisis económica del país. Maduro olvida que el mundo ve a través de las cámaras de televisión y de las redes sociales que no hay equiparación posible entre agredidos y agresores. Es el madurismo el que posee armas, no los venezolanos. La carta de Maduro suena a excusa ridícula y adulación gratuita que no conmueve a nadie.

Entre carta y carta, Venezuela ocupa el lugar 143 en el ránking de países más violentos del mundo. Si Maduro quiere acabar con esto lo tiene fácil. Basta que dé marcha atrás a su proyecto constituyente y convoque elecciones. Todo lo demás es simple retórica barata.