J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Cataluña no es de los independentistas

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La manifestación convocada por Sociedad Civil Catalana ha vuelto a batir todos los récords este domingo. Más de un millón de personas, según la delegación del Gobierno, han abarrotado las calles de Barcelona, bajo el lema “Todos somos Cataluña”. Lo han hecho para celebrar, por un lado, el triunfo de la ley y, por otro, para alzar de nuevo la voz contra el secesionismo, que ha dejado Cataluña partida en dos. Como rezaba el manifiesto leído al final de la manifestación, “podrán hacer todas las declaraciones que quieran y alzar amenazadoramente todas las varas de mando, pero deben ser conscientes de que han partido de una premisa equivocada. Han confundido la minoría nacionalista con Cataluña. Estamos a tiempo de construir algo tangible y positivo, una Cataluña próspera en una España rica dentro de una Unión Europea cada vez más fuerte. Es la hora de dar por finalizado el proceso separatista y de abogar por la reconciliación entre nosotros”. Uno de los pocos efectos positivos que ha tenido el demoledor proceso secesionista ha sido, la reacción pacífica y ejemplar de una mayoría de la población catalana, hasta ahora silenciosa. La manipuladora estrategia del secesionismo ha incluido durante años el monopolio de la calle. Eso, afortunadamente, se ha acabado. Se ha perdido el miedo a decir lo que se piensa en voz alta y en la vía pública, y a ondear conjuntamente una bandera de España y una senyera. Debemos felicitarnos por ello. Es la manera más eficaz de afirmar que Cataluña no es de los independentistas, una obviedad que, hasta ahora, nadie había sido capaz de visibilizar adecuadamente.