J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La ciencia está hecha para el hombre y no al revés

La ciencia y la tecnología están hechas para el hombre y para el mundo, no el hombre y el mundo para la ciencia y la tecnología. Con esta idea central, el Papa Francisco ha recordado a los miembros del Comité Nacional para la Bioseguridad, la Biotecnología y las Ciencias de la Vida, la necesidad de actuar siempre con responsabilidad cuando se investiga en estos campos. La tecnología, aún más que la ciencia, pone en manos del hombre un poder enorme y creciente, pero se trata de un poder que entraña riesgos, todo un desafío que se incrementa cuando entran en juego intereses económicos.Cuando la interacción entre el poder tecnológico y el poder económico se hace más estrecha, los intereses pueden condicionar los estilos de vida y las orientaciones sociales en detrimento de las poblaciones y de las naciones más pobres. No es fácil conseguir una composición armoniosa entre las diferentes instancias científicas, éticas, sociales, económicas y políticas, para promover un desarrollo sostenible que respete la casa común. Esta tarea requiere humildad para no endiosar a la ciencia, y necesita también valentía y apertura para salir de sí y confrontar con otros diferentes posiciones, en la certeza de que el testimonio que los hombres de ciencia dan de la verdad y del bien, contribuyen a la maduración de la conciencia civil.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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