J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Comienza la Semana Santa

La celebración de los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús tiene un pórtico singular en la misa crismal y en la memoria de la última cena en el jueves santo, donde se actualiza la institución del Sacramento del Orden y de la Eucaristía. La Semana Santa es el vértice de una historia de amor entre Dios y el hombre que recorre la columna vertebral de la humanidad. Estos días santos celebramos que Jesús ha traído al mundo una esperanza nueva. En estos días Jesús no vive el amor a cada persona como un acto pasivo ni como un destino fatal. El Evangelio de los últimos días de la vida de Jesús nos habla de una libertad que se entrega por amor, hasta el extremo. Es la lógica del Evangelio.El mensaje en estos días santos, como ha recordado el Papa Francisco, es una invitación a salir de nosotros mismos, de nuestros límites, para acompañar a Jesús y encontrarnos con un Dios que es misericordia entrañable. La cruz no es el símbolo de un fracaso o de una victoria pospuesta. Francisco ha subrayado en su habitual catequesis del miércoles que “Jesús ha transformado nuestro pecado en perdón, nuestra muerte en resurrección, nuestro miedo en confianza. Es por esto que en la cruz, ha nacido y renace siempre nuestra esperanza”.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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