J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Coquetear con la violencia

El asalto protagonizado por una organización vinculada a la CUP, del que ha sido objeto la sede del PP catalán, es el síntoma de que hay un sector del independentismo catalán de izquierda que coquetea abiertamente con la violencia. El entorno de la CUP lleva meses recurriendo a símbolos violentos. Una reciente manifestación contra la política sanitaria de la Generalitat fue convocada con la foto de la bofetada a una consejera, y se ha hecho relativamente habitual en ese mundo guillotinar la foto del Rey. Ahora, cuando la violencia estalla no de forma virtual, sino real, la CUP no la condena. Lo llamativo es que estas acciones se dirigen también contra el Gobierno de Juntos por el Sí, al que los anticapitalistas apoyan. El reciente asalto a la sede del PP y toda la violencia que le ha precedido, ponen de manifiesto una vez más la contradicción en la que han incurrido ERC y la antigua Convergencia. Se apoyan en una formación que no respeta ni las instituciones ni el sistema democrático. En los próximos meses se van a tomar decisiones judiciales para impedir la celebración del referéndum de independencia. Si el entorno de la CUP vuelve a recurrir a alguna forma de violencia, obligará a actuar a las fuerzas de seguridad del Estado. No hay que temer que la situación se desborde. Pero en ese caso, ERC y la antigua Convergencia verán muy dañada su legitimidad.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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