J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Están en juego derechos fundamentales

Los obispos consideran que esta ley compromete la libertad de conciencia, la libertad de educación y la libertad religiosa. Y advierten que cuando el Estado quiere imponer una ideología promueve el totalitarismo.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El parlamento andaluz ha aprobado una ley para garantizar los derechos, igualdad de trato y no discrimianción de las personas LGTBI y de sus familiares. Con este motivo los obispos andaluces han hecho pública una extensa y cuidada “Nota” en la que consideran “preocupante” esta ley, ya que puede “dar lugar a la imposición a todos los ciudadanos andaluces de una visión ideologizada del hombre”.

La igualdad y el respeto a todas las personas, al margen de su condición o tendencia sexual, es un valor de las sociedades inclusivas. Pero no es aceptable que a través de esta ley, que responde al entramado ideológico y lingüístico de la ideología de género, se pretenda eliminar “los conceptos de varón y mujer, separando la identidad de la corporalidad, intentando así deconstruir el cuerpo humano, el matrimonio y la familia”.

Los obispos consideran que esta ley compromete la libertad de conciencia, la libertad de educación y la libertad religiosa. Y advierten que cuando el Estado quiere imponer una ideología promueve el totalitarismo.

Subrayan que todas las personas, sea cual sea su orientación sexual, merecen respeto y es justo evitar discriminaciones, pero eso no puede justificar que se obligue a personas e instituciones a asumir y colaborar con la ideología de género, “sin posibilidad de discrepar ni de plantear la objeción de conciencia”. La Iglesia alza su voz en cuanto que es parte de la sociedad civil, y considera que están en juego derechos fundamentales de los ciudadanos, con especial atención a los padres, y a quienes se dedican a la sanidad y la educación.