LÍNEA EDITORIAL

Europa y EE.UU., condenados a entenderse

A pesar del teatro político, la relación transatlántica obedece a fundamentos muy arraigados que obliga a ambas partes a entenderse

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Después de la visita de estado con honores a Emmanuel Macron, llega hoy a Washington Angela Merkel para una simple «reunión de trabajo». La frialdad de Donald Trump hacia la canciller alemana, a la que ni siquiera quiso estrechar la mano en su última visita a la Casa Blanca, contrasta con las efusivas muestras de admiración al presidente francés. Sin embargo hay pocas diferencias en el mensaje de ambos líderes europeos. El 1 de mayo expira la exención de aranceles al aluminio y al acero de Europa, y lo previsible es que la situación se mantenga. Más allá de esto, lo que Macron y Merkel argumentan es que para responder a la competencia desleal de China, EE.UU. debe dar la batalla en el seno de organizaciones multilaterales como la Organización Mundial de Comercio.

También preocupa el cambio de postura con respecto al acuerdo nuclear con Irán. Europa teme una nueva escalada de tensión en Oriente Medio, mientras que a Trump le preocupa más la creciente influencia iraní. Pese a todo, el presidente da muestras de haber empezado a entender que es mucho mejor dar las batallas de la mano de los aliados, igual que Europa es consciente de que necesita a EE.UU. Se impone por tanto la realidad: a pesar del teatro político, la relación transatlántica obedece a fundamentos muy arraigados que obliga a ambas partes a entenderse, sea mejor o peor la química entre sus dirigentes.