J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La fecha del bautismo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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En una de las ceremonias más entrañables del año, el Papa Francisco ha bautizado este domingo a 34 niños en la Capilla Sixtina, una costumbre iniciada por san Juan Pablo II para recordar el día en el que Jesús fue bautizado en el río Jordán.

Como el Papa les ha dicho a los padres de los pequeños, el Bautismo es el primer paso en la transmisión de la fe, una tarea que hay que realizar en comunidad. Y nada mejor que comenzarla en la pequeña comunidad, la iglesia doméstica que es la familia, y hacerlo en el dialecto del padre y de la madre, del abuelo y de la abuela, con el lenguaje del amor.

La gran mayoría fuimos bautizados de niños, pero hoy no podemos olvidar que hay muchas personas que participan de la catequesis y son bautizados de adultos, en un testimonio de conversión elocuente, en medio de nuestro complejo tiempo secularizado. El testimonio de estos adultos es una poderosa interpelación, que nos alcanza a todos y nos invita a caer en la cuenta de la importancia del sacramento y de la fecha en la que se celebra. El día del bautismo es una fiesta grande, por eso el Papa viene insistiendo, cada vez que tiene ocasión, en que averigüemos cuál es, si no la conocemos, y en que la celebremos adecuadamente. Es la fecha del renacer. Los cristianos hemos nacido dos veces: la primera a la vida natural y la segunda, gracias al encuentro con Cristo, en la fuente bautismal. Allí hemos muerto a la muerte para vivir como hijos de Dios en este mundo, para ser fieles al bautismo recibido, y difundir la luz de la esperanza; esa esperanza de Dios con la que podremos transmitir a las generaciones futuras la razón y el sentido más profundo de sus vidas.