J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

El fin del socialismo francés

La descomposición del socialismo francés se ha agudizado con el anuncio del que fuera primer ministro, Manuel Valls, de incorporarse a las filas de Emmanuel Macron. La agónica situación del socialismo galo ha recibido una última estocada postelectoral con este anuncio, que coloca a la formación de Hollande, tras un mediocre quinquenio en la presidencia, a las puertas de su extinción o de una obligada refundación política. Valls ha dicho que el Partido Socialista “está muerto”, y de esta forma ha contribuido a darle la puntilla. El mensaje cifrado de Valls consiste en identificar la etiqueta “progresista” con la nueva formación de Macron, “La República en marcha!” Lo cierto es que la convivencia entre las dos almas del socialismo francés, y no solo francés, la reformista-pactista y la que busca alianzas con populismos como el de Mélenchon, se ha vuelto prácticamente imposible. La rapidez con la que emergen nuevas plataformas políticas responde a un momento de incertidumbre y a la insatisfacción frente a los partidos clásicos de las democracias europeas. Ahora le toca el turno a la propuesta social-liberal de Macron, que debe definir pronto sus aspectos culturales y sus apuestas sociales y políticas.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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