LÍNEA EDITORIAL

Gobierno extremadamente débil

Una de las primeras promesas que hizo Pedro Sánchez, antes de ganar la moción de censura que le convirtió en presidente del Gobierno, fue asegurar que convocaría elecciones generales lo antes posible

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Una de las primeras promesas que hizo Pedro Sánchez, antes de ganar la moción de censura que le convirtió en presidente del Gobierno, fue asegurar que convocaría elecciones generales lo antes posible. Apenas unas semanas después, el discurso cambió y los mensajes del Ejecutivo giraron en torno a la conveniencia de agotar la legislatura y de convocar elecciones en 2020. De nuevo el discurso ha vuelto a cambiar y ahora ya no descarta anticipar las elecciones, porque según la propia portavoz, Isabel Celaá, sería absurdo resistir más allá de lo razonable.

Tanto vaivén es consecuencia lógica de un Gobierno en extrema debilidad, fruto de una peculiar moción de censura, y conformado de manera rocambolesca con apoyos parlamentarios de quienes están desafiando al Estado de Derecho. Más allá de gobernar desde el marketing y la propaganda, como si ya hubiera comenzado la campaña electoral, el Gobierno se empieza a dar cuenta de que con solo 84 diputados no puede sacar adelante ninguna iniciativa de calado. Cada uno de los partidos que hizo posible que Sánchez llegara al poder quiere cobrarse su parte, y obviamente, no se puede contentar a todos durante todo el tiempo sin caer en contradicciones ni traspasar determinadas líneas rojas. La enésima división interna del independentismo catalán y la amenaza del PDCAT de retirar su apoyo al Gobierno parece solo uno de los obstáculos que el ejecutivo de Sánchez se puede encontrar en un horizonte cercano que sin duda va a estar marcado por una alta inestabilidad.