Hacia un Pacto Mundial sobre Migraciones

Mañana se celebra la Jornada Mundial del Refugiado, una iniciativa que coincide con el recrudecimiento de la crisis migratoria en Europa. El Papa Francisco ha acogido con satisfacción esta Jornada que debería significar un aldabonazo sobre los que viven a menudo “con grandes ansiedades y sufrimientos, nuestros hermanos obligados a huir de su tierra a causa de conflictos y persecuciones”. La llegada a Valencia del “Aquarius” y la nueva serie de naufragios y rescates de pateras en las costas españolas del Estrecho de Gibraltar, han vuelvo a traer a la actualidad esta angustiosa situación que también fue ayer estudiada en una conferencia organizada por el Arzobispado de Madrid.

Todos estos movimientos coinciden con las consultas de los Gobiernos europeos para adoptar un Pacto Mundial que ponga fin al caos de políticas migratorias que han suscitado movimientos políticos que se mueven entre la xenofobia y la propaganda oportunista. Ese pacto, por el que abogaba ayer el Cardenal Osoro, pretende asegurar con responsabilidad y humanidad la asistencia y protección de quienes están forzados a abandonar sus países de origen. Por su parte, el Arzobispo de Madrid ha descrito las migraciones como una gran oportunidad, pero reconoció que exigen un cambio de mentalidad que implica pasar de mirar al otro como una amenaza a nuestra comodidad, a valorarlo como alguien que puede aportar mucho.