Histeria en torno al 'brexit'

El mero hecho de evocar la guerra como consecuencia indirecta del “Brexit”, es un puro despropósito, pero evidencia el fracaso que supone la desmembración forzada de la Unión Europea. No es baladí recordar una vez más que la construcción europea se inició hace setenta años con el propósito de acabar de una vez por todas con las guerras, como se ha subrayado solemnemente en la reciente celebración del 60 aniversario del Tratado de Roma. La asombrosa declaración del antiguo líder del partido conservador inglés, Michael Howard, amenazando con una guerra como la de las Malvinas tras la afirmación del presidente de la Comisión Europea de que ninguna solución para Gibraltar sería válida sin el acuerdo previo de España y Gran Bretaña, demuestra una excitación rayana en la histeria, por parte de algunos políticos británicos. Quedan por delante dos años de duras negociaciones en las cuales, se quiera a o no, tendrá que hablarse de Gibraltar, que pasará a ser una mera colonia con su metrópoli en Londres, y su futuro no puede ser otro que el resultado de un acuerdo entre los Gobiernos de España y el Reino Unido. La evidencia es que Gibraltar no podrá seguir como si nada hubiese pasado. Y mientras, España hará lo que es debido para establecer unas nuevas relaciones con una colonia cuyo anacronismo es cada vez más evidente.