Hora de restaurar la legalidad y la convivencia

A la espera de que se produzca una decisión sobre la forma última para activar la proclamación de la independencia de Cataluña, el procedimiento de autorización en el Senado para que aplique el Artículo 155 de la Constitución llega a su fin. Pese al aviso de los letrados del parlamento catalán sobre la ilegalidad de la propuesta de resolución de Junts Pel Sí y la CUP sobre la puesta en marcha de la Ley de Transitoriedad, la aceptación de la mesa del parlamento para su trámite indica la voluntad de activar ya la independencia.

La intervención de Mariano Rajoy en el Senado ha ratificado esta mañana las ideas principales de la narrativa maestra del Ejecutivo y los motivos de la puesta en marcha del 155. Rajoy ha insistido, ante este desafío de proporciones inéditas, en que esta medida extraordinaria no es contra Cataluña, sino para evitar que se abuse de Cataluña.

La errática e irresponsable actitud del presidente Puigdemont y la maraña de intereses, presiones y estrambóticas propuestas de las formaciones políticas y sociales que alimentan este proceso de independencia, refuerzan la necesidad de que el gobierno de España aplique cuanto antes los mecanismos necesarios para que Cataluña vuelva a la legalidad, recobre el habitual discurrir de la convivencia, las instituciones públicas retomen el espíritu de servicio, se despeje el riesgo de pérdida de pulso en la recuperación de la economía y se abra un horizonte de esperanza. La Cataluña real se lo merece ya, y también España entera.