J. L. Restán | Línea Editorial

Incertidumbre tras el referéndum turco

El presidente turco Erdogan ha saludado rápidamente como una victoria el resultado del referéndum que había planteado para reformar la Constitución con 18 enmiendas. Los votos a favor del sí parece que han cosechado poco más del 51 por ciento. El principal partido de la oposición ha reclamado un nuevo recuento que seguramente no se producirá. Con Erdogan, Turquía lleva años deslizándose hacía un régimen de escasa calidad democrática. El referéndum planteado por Erdogan supone quizás el mayor cambio que se haya producido en la Turquía moderna desde su fundación por Ataturk. Dota al presidente de unos poderes que lo convierten en un régimen cuasi-autoritario. Turquía se aleja de un modelo de democracia secular para adoptar un islamismo poco liberal. Y todo esto con una victoria por la mínima, con dudas sobre la limpieza del proceso y con una grave fractura entre el mundo rural y las grandes ciudades, representantes de la modernidad. Estambul y Anakara, motores del país, han votado no. Esta nueva Turquía ha rechazado ser el puente entre Oriente y Occidente y se aleja de un sistema de libertades. Podría haber sido el referente de la democracia en los países de mayoría musulmana. Pero va en otra dirección y es necesario actuar en consecuencia.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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