J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL
El interés de la trama rusa
El proceso que pretendía la secesión de Cataluña era una fuente de inestabilidad para Europa.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El proceso que pretendía la secesión de Cataluña era una fuente de inestabilidad para Europa. El nacionalismo radical, como ya sucedió en otros momentos de la historia, amenaza la convivencia europea. ¿Y a quién le interesa una Europa desestabilizada? A Rusia. La Unión Europea es un evidente freno a las pretensiones expansionistas de Moscú. Rusia quiere encontrar casos supuestamente similares a los de Cataluña para justificar la anexión de Crimea a través de un referéndum ilegal. El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha asegurado en Herrera en Cope que hay informes que acreditan la intervención rusa en lo sucedido en Cataluña.
Según las últimas investigaciones la injerencia rusa tiene, fundamentalmente, dos herramientas. Una es la difusión, a través de internet, de informaciones con un sesgo claramente independentista en alemán, español, inglés y ruso. La otra herramienta son las redes sociales donde operan centenares de perfiles que difunden noticias tergiversadas o directamente falsas. Este comienzo del siglo XXI está cada vez más dominado por las llamadas noticias falsas, que pretenden agitar pasiones y fortalecer posiciones ideológicas. La realidad real, si se puede usar esta redundancia, pierde cada vez más peso.
La intervención rusa pone de manifiesto el juego de poderes que se ha desatado con el ya fallido proceso de secesión. El proceso se dejó instrumentalizar por fuerzas poco claras que tienen en el objetivo la positiva anomalía que supone en el mundo la Unión Europea.