La libertad de expresión no es la cuestión

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

El sometimiento del PSOE a la izquierda radical y a los independentistas está traspasando límites que hasta ahora considerábamos intraspasables. La propuesta aprobada en el Congreso de reformar el Código Penal para despenalizar los delitos de enaltecimiento del terrorismo, de injurias a la Corona y de ofensas a los sentimientos religiosos, entre otros, supone la ruptura de un consenso básico de nuestro Estado de Derecho. Esta propuesta, contenida en el texto de los acuerdos presupuestarios con Podemos, quiebra la protección de libertades básicas como la libertad religiosa, deja desprotegidas a las víctimas del terrorismo y convierte el derecho a la libertad de expresión en derecho a la ofensa gratuita, sin límites ni frenos.

La libertad de expresión no está en cuestión y goza de una esmerada protección en nuestro sistema jurídico. Por el contrario, la eliminación de esos tipos penales, en el contexto de un uso irresponsable de las redes sociales, puede contribuir a enrarecer más el clima de convivencia en nuestra sociedad. Dejar a las víctimas de los atentados terroristas sin protección o dar carta blanca a los delitos de odio contra las religiones, coloca a la sociedad española, deficitaria de una adecuada sensibilidad ante estas materias, en la deriva del todo vale. Una deriva que traerá, sin duda, nefastas consecuencias.