Es la libertad, no la oportunidad
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Ministro de Interior ha asegurado en Herrera en COPE que la manifestación de ayer en Alsasua en defensa de la Guardia Civil y de la españolidad de Navarra no fue oportuna. Ha sostenido que los organizadores debieron “haber evitado generar tanta crispación”. Estas declaraciones se producen después de que grupos radicales intentaran impedir la celebración del acto.
Fernando Grande-Marlaska tiene perfecto derecho a pensar cuáles son los modos más adecuados de rendir homenaje a la Guardia Civil en un pueblo en que dos de sus miembros sufrieron el ataque de violentos abertzales. Pero Marlaska es Ministro de Interior del Gobierno de España: entre sus funciones esenciales está la de tutelar derechos fundamentales como son los derechos de reunión y de manifestación, y además no puede ignorar quién es quién en este asunto.
Cuando se han producido intentos de limitar esos derechos con el recurso a la violencia y la toma del campanario de una iglesia, el ministro no puede culpar a los que ejercieron su condición de ciudadanos libres de lo sucedido. Marlaska, que como juez se distinguió por su lucha contra el terrorismo, debía haber tenido en cuenta que entre aquellos que querían limitar el derecho de manifestación estaba Josu Zabarte, miembro que fue de ETA, responsable de 17 asesinatos de los que no se ha arrepentido.