J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Lucha por la libertad en Cuba

Este mediodía Eduardo Cardet, activista cubano por las libertades, médico de pueblo y actual Coordinador General del Movimiento Cristiano Liberación, ha recibido en Madrid el Premio a la Libertad de Conciencia que otorga la Fundación Paz y Cooperación. Cardet no ha podido acudir personalmente porque está en prisión. El castrismo le ha condenado a penas privativas de libertad por un delito irrelevante, según consta en el Informe de Amnistía Internacional. En este momento Cuba no recibe la atención mediática que sí recibe Venezuela, pero a día de hoy no hay en las cárceles latinoamericanas un preso con mayor carga simbólica que Eduardo Cardet. Está en la cárcel por defender el Proyecto Varela, la Campaña «Un cubano, un voto» y por resistir activamente frente al castrismo. Cardet debería estar en la calle y los cubanos vivir libres de una dictadura anquilosada a la que sostienen reaccionarios de izquierda y derecha, tanto desde dentro como desde fuera de la isla. Frente a todos ellos se erige la libertad y la honestidad de los miembros del Movimiento Cristiano Liberación, aquilatadas ambas a prueba de exilio, tortura y muerte, como la más que sospechosa de Oswaldo Payá. Ser preso de conciencia es dar la vida por la verdad y por la libertad. Y mientras Cardet da la vida, el castrismo resiste porque recibe oxígeno. Además de una paradoja, se trata de una injusticia que debería avergonzar a la comunidad internacional.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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