Mártires para la unidad
Las víctimas fueron un obispo, un religioso franciscano, un laico y un sacerdote secular
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La diócesis argentina de La Rioja fue escenario, hace cuarenta y tres años, de un cuádruple asesinato ordenado por la dictadura militar. Las víctimas fueron un obispo, un religioso franciscano, un laico y un sacerdote secular. Todos ellos fueron asesinados por odio a la Fe, como reconoce el Decreto que les proclama mártires, firmado por el Papa Francisco hace ya un año, lo que abrió el camino a la beatificación que se celebrará mañana.
El obispo Enrique Angelelli destacó por su defensa de las condiciones de vida de los más pobres; perdió la vida en un accidente de tráfico provocado, extremo acreditado por sentencia judicial. El franciscano conventual Carlos Murias y el párroco Gabriel Longueville, nacido en Francia, murieron asesinados por arma de fuego después de haber sufrido tortura. Wenceslao Pedernera era líder del Movimiento Rural Católico y fue asesinado en su propia casa.