J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Morir con dignidad

Con el apoyo de la mayoría parlamentaria, Ciudadanos ha logrado llevar a debate al Congreso una propuesta sobre “muerte digna”, en contraposición a otra de Podemos que pedía abiertamente la legalización de la eutanasia. Entre ambas proposiciones hay una diferencia sustancial, pero va a depender mucho del debate parlamentario cómo se regula finalmente la atención a las personas en el trance final de la vida. Por un lado existe una renovada conciencia social sobre la necesidad de evitar en lo posible el sufrimiento físico provocado por la enfermedad, especialmente en su fase terminal, y sin embargo aún se ha prestado poca atención a los cuidados paliativos. Por otra parte, los fulgurantes avances de la medicina plantean, desde hace tiempo, una preocupación por lo que significan los nuevos medios terapéuticos, que pueden utilizarse para alargar la vida artificialmente.En ese contexto la Conferencia Episcopal Española propuso hace años un “Testamento vital” en el que se reconoce la vida como un don y una bendición de Dios: por tanto se rechaza de plano la eutanasia, pero también mantener la vida por medios desproporcionados, cuando no existe esperanza alguna de curación, lo que se conoce como encarnizamiento terapéutico. Entre ambos extremos se recomienda la aplicación de los cuidados paliativos para reducir los sufrimientos, además de permitir un adecuado acompañamiento para afrontar la propia muerte. Veremos lo que da de sí el debate parlamentario. Lo decisivo es tutelar la dignidad integral del enfermo en su fase terminal.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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