J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

En la muerte de Carmen Chacón

La muerte de una persona joven como Carmen Chacón nos sitúa siempre ante las preguntas fundamentales sobre la vida. La conmoción parece mayor cuando además se trata de una persona conocida en el ámbito público. En situaciones como éstas, brota lo mejor del ser humano para expresar, hasta donde alcanzan las palabras, los sentimientos de solidaridad y cercanía con la familia, que en este caso se extienden también a la familia política del Partido Socialista. Es de agradecer que en esta ocasión el tono general haya sido el del respeto y las sinceras condolencias.Carmen Chacón se forjó en la cantera socialista catalana. Tenía justa fama de mujer trabajadora e inteligente, que desde un proyecto federal deseaba lo mejor para su querida Cataluña. En los últimos años, retirada ya de la primera línea, tras haber sido un icono del gobierno Zapatero como primera mujer que fue Ministra de Defensa, era frecuente escucharle decir que le dolía el PSC, y también la deriva del PSOE. Desde la distancia, y su retiro a una vida más familiar y académica, era un importante apoyo en la sombra para Susana Díaz. Más allá de posibles discrepancias políticas y aciertos o errores en su gestión, debemos agradecerle su dedicación a España y que, en medio de una etapa caracterizada por el escaso nivel en nuestros dirigentes, supiera mantener una considerable altura política. Descanse en paz, Carmen Chacón.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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