Línea Editorial

Preservar el planeta y proteger a los pueblos

Con motivo del simposio ecológico internacional celebrado estos días en Atenas, el Papa Francisco ha dirigido un mensaje al Patriarca Bartolomé y a todos los participantes invitando a la cooperación

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El deber de cuidar el mundo en el que vivimos, así como la vida que lo habita es una urgencia, si no queremos que nuestra casa común se convierta en una casa en ruinas. Así de contundente se ha mostrado el Papa, y así de contundentes son las llamadas de atención que nos lanzan los expertos.

¿Qué mundo queremos para las generaciones futuras? ¿Por qué nos resulta tan complicado mirar el mundo que habitamos como un don? ¿Por qué seguimos empeñados en relacionarnos con el mundo como si de una propiedad privada se tratara? Estas preguntas, y otras, son tan acuciantes como la necesidad de adoptar medidas que frenen la deforestación y la contaminación de los acuíferos, favorezcan el consumo responsable o potencien el uso de energías renovables.

Cuidar la Creación es cuidar la casa común y esta tarea exige la cooperación, en primer lugar, entre todas las confesiones cristianas; al tiempo que se convierte en un desafío para los Gobiernos y organismos internacionales, empresas y asociaciones civiles. El destino de la humanidad depende del destino de la tierra. Y del modo cómo gestionemos el mundo que vivimos depende, en último término, el futuro de la humanidad. Este es el dilema que no podemos seguir ignorando.