Primarias contraproducentes

Las primarias socialistas le están haciendo mucho daño al PSOE en un momento en el que España necesita más que nunca una formación de centro-izquierda constitucional y europeísta. Es difícil pensar que tras el 21 de mayo se puedan restañar las heridas que se está abriendo en el partido. A juzgar por el resultado en la recogida de avales, Pedro Sánchez cuenta con un importante apoyo de los militantes. Su discurso y el de sus seguidores, como se ha visto en la intervención del alcalde de Calasparra, tiende a demonizar a aquella parte del PSOE que es partidaria de facilitar la gobernabilidad. Sánchez fomenta la dialéctica amigo-enemigo. La carrera por la Secretaría General refleja que en una parte importante de los militantes socialistas ha calado una sensibilidad cercana a la de Podemos. Un porcentaje no despreciable de las bases se revuelve contra la dirección que quieren marcar los cuadros y los votantes del partido. Son las contradicciones de la democracia directa, que a menudo sirve para dar un plus excesivo de representatividad a grupos que, en realidad, son minoritarios. Esperemos que en España las primarias no tengan el mismo efecto que han tenido en Francia, donde han provocado la práctica desaparición del partido socialista.