J.L RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

La prueba de autenticidad evangélica

El servicio a los más pobres ha sido siempre un rasgo central del cristianismo. Lo recuerda el Papa en su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres, publicado en vísperas del Corpus Christi, solemnidad en la que se celebra también el Día de la Caridad. La coincidencia resalta que Cuerpo de Cristo y caridad son dos caras de la misma moneda. La pasión y muerte de Jesús, actualizada en la Eucaristía, marca para sus discípulos un estilo de vida que tiene en el compartir «la prueba de autenticidad evangélica», resalta Francisco. Desde sus orígenes se ha vivido en la Iglesia el vínculo inseparable entre la adoración eucarística y el amor a los pobres. No es un imperativo ético, sino que, como insiste el Papa, el Evangelio enseña que hay que buscar a Dios en los pobres. Por eso la caridad no puede limitarse a una buena obra ocasional. En ello insisten también en su mensaje para el Corpus los obispos españoles. La caridad exige gestos concretos ante el necesitado, pero también trabajar para cambiar las «estructuras de pecado» que generan desigualdad y marginación. Con el lema «Llamados a ser comunidad», tomado de la campaña institucional de Cáritas, la Iglesia en España pone el foco en que el carácter comunitario de la fe excluye vivir de espaldas a las necesidades de los demás. El modelo son los santos que a lo largo de la historia han contribuido a humanizar el mundo al tratar de seguir a Jesús, pero también los miles de voluntarios y personas desconocidas para quienes cada día es el día de la caridad.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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