Un PSOE partido por la mitad

Los tres candidatos a la Secretaría General del PSOE han participado este lunes en el único debate que mantendrán durante la celebración de las primarias. Ha sido un intercambio de golpes dialécticos entre Susana Díaz y Pedro Sánchez, con Patxi López jugando el papel de árbitro al que parecen relegarle todas las encuestas. El debate ha adolecido de falta de ideas sólidas para un proyecto político de futuro, que sostenga al PSOE como referencia política de la izquierda en España. Y es imposible convertirse de nuevo en alternativa de Gobierno sin ser capaz de definir un proyecto claro para el propio partido.No parece serio que en el seno del PSOE siga discutiendo sobre qué es España, o que Pedro Sánchez vuelva con el mantra anti-Rajoy para tratar de recuperar los millones de votos que se le han ido a Podemos. Es cierto que, desde un punto de vista estratégico, a Susana Díaz le ha podido bastar para ganar el debate con exhibir los números, las contradicciones e incluso las falsedades de un Pedro Sánchez que ha batido todos los records negativos en el PSOE, y que ha sido devorado por Podemos, precisamente por jugar a ser Podemos.Es cierto también que ninguno tiene demasiada autoridad moral para hablar de eficacia en la gestión política o para constituirse en referente de la regeneración ante la corrupción de otros. Ocupar la mayor parte del tiempo en tirarse los trastos a la cabeza, es demasiado poco para un debate que solo ha vuelto a dejar claro que el Partido Socialista está partido por la mitad.