J.L. Restán | Línea Editorial

Punto final a las triquiñuelas de Puigdemont

El Ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha sido muy claro esta mañana cuando ha recordado a los dirigentes catalanes que el tiempo de las triquiñuelas se ha terminado

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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A la espera de la respuesta del Presidente de la Generalitat a la invitación para que acuda al Senado a presentar las alegaciones que estime oportunas, el Ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha sido muy claro esta mañana cuando ha recordado a los dirigentes catalanes que el tiempo de las triquiñuelas se ha terminado y que incluso el abrir un proceso electoral, como parece que ahora está valorando el Gobierno autonómico, no convalida todas las irregularidades que se han cometido hasta el momento.

Resultan sonrojantes las maniobras de la Generalitat presentando recurso de amparo contra el Tribunal Constitucional, el mismo tribunal al que no reconoce y cuyas sentencias ha incumplido de forma sistemática. Obviamente tampoco el hecho de que Puigdemont acuda al Senado es suficiente por sí mismo. Es cierto que su presencia en la Cámara de representación autonómica sería un paso en el camino para la búsqueda de soluciones. Pero hay que ver si, efectivamente, al final acude y qué es lo que puede decir en su comparecencia. De lo que se trata ahora es de volver a la legalidad, ni más ni menos. Bastante tiempo se ha perdido ya con la falta de claridad y el retorcer los procedimientos en beneficio del ensueño independentista, mientras la fractura social en Cataluña y la sangría económica no paran de crecer cada día que pasa.