J.L. Restán | Línea Editorial

Reconstruir la existencia

El Papa Francisco ha viajado este domingo hasta la región de Módena, al norte de Italia, una zona gravemente afectada por los terremotos del año 2012. Allí, en las localidades de Carpi y Mirandola, ha estado con la gente, en las calles, con los obispos, con sacerdotes ancianos, religiosos, religiosas y seminaristas, y ha puesto las primeras piedras de edificios que con mucho esfuerzo vuelven ahora a ponerse en pie. Como les ha dicho el Papa, ante los grandes “por qué” de la vida tenemos dos caminos: quedarnos mirando melancólicamente las tumbas de ayer y de hoy, o acercar a Jesús a nuestros sepulcros. Ante el misterio del sufrimiento, que nos recuerda a menudo la precariedad de nuestra vida mortal, cabe huir, dejarse aprisionar por el pesimismo, ceder a la lógica inútil del miedo y repetir resignados que todo está mal y nada es como antes, o levantarnos y afrontar las dificultades con verdadero sentido. En las regiones afectadas por los seísmos, queda mucho todavía por reconstruir, pero, como les ha dicho el Papa, hay quienes se dejan encerrar por la tristeza y quienes se abre a la esperanza. Ése es el camino, el que permite volver a poner en pie las piedras que se han caído, lo que aún siendo costoso resulta más sencillo, y lo que lleva más tiempo, como es reconstruir el ánimo y los corazones de todos aquellos que vieron como en segundos se venía abajo buena parte de su vida. El Papa, con su cercanía, ha querido confortarles y animarles a continuar la tarea, porque hay quienes se quedan atrapados en las ruinas de la vida, y quienes, como ellos, con la ayuda de Dios, saben reconstruir su existencia con paciente esperanza.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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