El reto de la renovación sindical

Se celebra hoy el 1 de mayo con las tradicionales concentraciones de los sindicatos mayoritarios. Sus reivindicaciones son salarios y pensiones dignas, y empleos estables. El crecimiento económico es intenso este año, se está creando empleo a buen ritmo y algo se ha corregido la desigualdad. Pero es verdad que, sobre todo entre los más jóvenes, tener trabajo no significa salir de la pobreza y que todavía hay demasiada precariedad. Pero no parece que el actual modelo sindical esté a la altura de los grandes retos que plantea el mundo del trabajo. Las grandes centrales sindicales adquirieron un gran peso institucional en la Transición, un papel decisivo en la negociación colectiva y un relevante protagonismo en la gestión de las políticas activas de empleo. Pero se han ido alejando de las bases sociales. La afiliación ha ido cayendo año tras año y los trabajadores más jóvenes, los que más sufren la dualidad del mercado laboral, se sienten muy alejados de los sindicatos. Su papel en las antiguas Cajas de Ahorro y los casos de corrupción han empañado su imagen tanto como la de los partidos políticos. Las centrales sindicales mayoritarias tienen por delante importantes tareas: actualizar sus postulados ideológicos a las nuevas realidades; prestigiar su imagen institucional con una labor de servicio a las nuevas necesidades de los trabajadores, y facilitar una formación que mejore realmente la empleabilidad.