J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Retorno a las raíces

La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada ha presentado en Roma, con la presencia del Cardenal Parolin, el Patriarca caldeo Luis Sako y el Nuncio en Bagdad, un ambicioso plan de reconstrucción para Irak que facilite el regreso de los cristianos forzosamente desplazados.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

1 min lectura

La irrupción del Estado Islámico y su estrategia de destrucción y sometimiento hizo que un millón de cristianos se exiliaran y que los que permanecieron en Iraq, alrededor de 500.000, hayan vivido una persecución que les ha obligado a recluirse en campos de refugiados y en zonas protegidas. Iraq no ha recobrado paz, pero está en condiciones de edificarla y el regreso de los cristianos es parte de ese proceso de normalización del país.

Habrá que facilitar el regreso, proteger activamente a las minorías, favorecer el desarrollo del país, y, en definitiva, evitar la emigración forzosa. El plan trazado por Ayuda a la Iglesia Necesitada implica a benefactores de todo el mundo y moviliza las conciencias de los católicos y no católicos. Con relación a Iraq hay graves consecuencias que asumir, recordó el Patriarca Sako citando específicamente a Estados Unidos. Ahora hay que reparar lo que se hizo mal y también actuar allí donde no se ha intervenido durante todo este tiempo. Regresar a casa después del desastre es un derecho y ayudar a reconstruir el hogar y la convivencia, es un deber. La Iglesia católica se ha puesto en marcha, y sería deseable que otros con responsabilidades directas e indirectas en la desgracia vivida en Iraq hicieran lo mismo.