LÍNEA EDITORIAL
Un signo de paz para todos
El Papa Francisco ha aprobado el decreto que reconoce el martirio de Monseñor Pierre Claverie, Obispo de Orán, y de otros 19 religiosos y religiosas de Argelia, asesinados por terroristas islámicos entre los años 1994 y 1966
Madrid - Publicado el - Actualizado
1 min lectura
El Papa Francisco ha aprobado el decreto que reconoce el martirio de Monseñor Pierre Claverie, Obispo de Orán, y de otros 19 religiosos y religiosas de Argelia, asesinados por terroristas islámicos entre los años 1994 y 1966. Entre ellos se encuentran los siete monjes trapenses del monasterio de Tibhirine, inmortalizados en la inolvidable película “De dioses y hombres”, y las agustinas misioneras españolas Caridad Álvarez y Esther Paniagua, asesinadas el día del DOMUND cuando se dirigían a Misa.
Tras el estallido de la guerra civil argelina en el año 1991, numerosos cristianos decidieron permanecer en el país para testimoniar el Evangelio a través del trabajo en favor de la paz y del diálogo interreligioso. Esto les situó en la diana de los terroristas y a la postre les costó la vida. Como han querido destacar los obispos de Argelia, no podemos pensar en nuestros mártires sin recordar a los cientos de miles de argelinos que han sido asesinados por permanecer fieles a su fe en Dios y a su conciencia. Entre ellos 99 imanes fueron asesinados por haberse negado a justificar la violencia, y también muchos periodistas, profesores y científicos que se opusieron a los yihadistas.
La beatificación es un signo de perdón y de paz porque precisamente se trata de hombres y mujeres que han dado su vida por todos. Los nuevos beatos nos muestran el camino del diálogo y de la amistad entre cristianos y musulmanes que ellos vivieron en primera persona, resistiendo a la locura de la violencia.