J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Tensión entre EEUU y Rusia

Nada hacía sospechar que la errática política internacional del presidente de los Estados Unidos iba a tropezar tan pronto con Rusia, un país con el que se decía mantenía unas privilegiadas relaciones. La represalia norteamericana a Siria, por utilizar armamento químico, ha añadido ruido a los fluidos puentes con Rusia, pero no los ha roto. La advertencia del Secretario de Estado americano de que no permitirán la permanencia de Asad en Siria choca frontalmente con la estrategia rusa en el Oriente Medio. El intercambio de declaraciones, y el últimatum de Rusia a Estados Unidos para que no les obliguen a elegir entre Washington y Damasco, forman parte de una contenida pugna de hegemonías.La pretensión de Trump de aparecer como un estadista, de apuntalar su popularidad interna y no perder su función de policía mundial y árbitro en Oriente, ha complicado en las últimas horas la estrategia de Rusia de querer ser la única potencia que intervenga en el conflicto sirio. La pelota está ahora en el tejado de Putin, que no parece dispuesto a colaborar con los Estados Unidos en la ejecución de la sentencia de punto final al régimen sirio. Esta escalada de tensión exige por ambas partes un plus de responsabilidad y la construcción de un espacio de encuentro para que el mundo no sufra las consecuencias de visiones imperiales trasnochadas o de egos inflamados.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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