LÍNEA EDITORIAL

Trampas para aprobar el aborto en el país del Papa

José Luis Restán

Publicado el - Actualizado

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Con las encuestas en contra, y en un clima de fuerte polarización social, el Senado argentino se decanta por votar sí el 8 de agosto a la legalización del aborto en las primeras 14 semanas de embarazo. Se trata, para muchos, de un auténtico shock que el país del Papa vaya a dar un paso así. El gobierno del liberal Macri, a quien apoyaron no pocos católicos en sus esperanzas de regeneración de la política, se declara neutral, pero lleva tiempo maniobrando en la sombra para conseguir la aprobación de esta ley.

Desde el Ministerio de Salud no ha faltado el recurso a las estrategias de manipulación habituales, como aportar cifras grotescamente exageradas de abortos clandestinos y de mujeres fallecidas, de modo que el aborto legal y seguro parezca la solución más civilizada. Esto es lo que tratan de desmontar la Iglesia y otros grupos provida argentinos, ofreciendo ayudas a las mujeres embarazadas en situación de dificultad.

Desde los curas villeros, que trabajan en los suburbios más pobres del país, a los pronunciamientos episcopales, la Iglesia ha reaccionado de forma unánime y contundente, sorteando la trampa de quienes la presentan como enemiga de la mujer. Porque si alguien defiende sus derechos es quien dice sí a la vida y se hace cargo de las situaciones de vulnerabilidad, no quien se desentiende de esos problemas con una ley que aboca a una madre sola a deshacerse de su hijo.