J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Una derrota que debería hacer recapacitar a Trump

Donald Trump ha sufrido un sonoro revés con el nombramiento de un investigador especial sobre las conexiones rusas de su Administración, dos días después de que la Casa Blanca descartara esta posibilidad. La decisión no procede del presidente ni de su fiscal general, equivalente al ministro de justicia, también bajo sospecha por sus lazos con Moscú. El nombramiento fue del fiscal general adjunto, quien ha elegido a una figura muy respetada, Robert Mueller, director del FBI con Bush y con Obama. Es una victoria para la independencia de poderes y el sistema de contrapesos norteamericano.La presidencia está en sus primeros pasos, y a un año de las legislativas sería suicida para los republicanos un enfrentamiento con el Presidente. Todo dependerá probablemente de si Trump es capaz de comprender que no puede regir EE.UU. como una empresa privada y que está obligado a trabajar junto a instituciones como el Congreso o el Senado, que escapan a su control. Lo mismo puede decirse de su política exterior. Las revelaciones de Trump al ministro de Exteriores ruso en materia de seguridad han causado estupor a los aliados de EE.UU., otro ejemplo más que debería llevar al presidente a asumir que del comandante en jefe de la primera potencial mundial se espera un comportamiento más responsable.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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