'Línea Editorial'
Una intervención desacertada
La intervención de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia se ha producido en un momento inconveniente, sin la necesaria cobertura de la comunidad internacional y del derecho internacional.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El actual presidente de Siria ha utilizado en los últimos años de guerra contra el yihadismo, fórmulas nada proporcionadas y contrarias al derecho internacional. De quedar probado, el uso de armas químicas sería absolutamente condenable. Pero la intervención de Estados Unidos, el Reino Unido y Francia se ha producido en un momento inconveniente, sin la necesaria cobertura de la comunidad internacional y del derecho internacional. Es muy dudoso que tenga efectos positivos y es evidente que no responde a una estrategia con continuidad.
Los bombardeos lanzados en la madrugada del viernes al sábado se realizaron horas antes de que llegaran los observadores internacionales que debían realizar la investigación necesaria sobre el uso de armas prohibidas. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha reclamado que se lleve a cabo una investigación que no se ha producido.
Durante los últimos siete años han muerto más de 500.000 personas en Siria y se han generado más de seis millones de refugiados. La población siria ya ha sufrido demasiado. La tarea urgente es reactivar unas conversaciones de paz que están paralizadas.
Estados Unidos ha dado muestras en los últimos meses de no tener nada claro qué quiere hacer en Siria. Sus decisiones son erráticas. El presidente Trump tan pronto anuncia el abandono del país como lanza un ataque. Siria se ha convertido en el escenario de una guerra mundial a pequeña escala en la que nadie parece tener en cuenta las necesidades reales de la población.