J.L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Una oportunidad que no debemos desaprovechar

La aprobación de los Presupuestos Generales del Estado es una de las decisiones más relevantes que un Parlamento toma durante el período ordinario de sesiones. En esta ocasión se trata, además, de la piedra de toque para saber si habrá la estabilidad parlamentaria mínima para seguir adelante, y si con ella se podrá cimentar una mejoría económica que hoy ha tenido su expresión más clara en los históricos datos del paro que se han publicado. De momento el Gobierno ha conseguido los apoyos estrictamente necesarios para desechar las enmiendas a la totalidad, gracias al apoyo de Ciudadanos, Coalición Canaria y el PNV. Ahora entramos en la discusión sobre las enmiendas parciales, y también aquí el Gobierno habrá de fajarse a fondo, dada su condición de minoría. Aún necesita un voto más de los cosechados hoy, y a la vista está que la negociación será dura. Pero la responsabilidad es de todos los grupos, especialmente de aquellos que presumen de tener sentido de Estado. Estamos ante una oportunidad histórica de consolidar un crecimiento que se traduzca en empleo estable y de mejor calidad, sin dejar de reducir el déficit público. Los ajustes vía empleos y salarios deben dar paso a un modelo económico que permita generar riqueza, con un gasto social que atienda a la cohesión y una política fiscal eficiente. Para todo ello es necesario que los partidos no se enfanguen en batallas de corto aliento. Al final, la sociedad pondrá a cada uno en su sitio.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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