J. L. RESTÁN | LÍNEA EDITORIAL

Venezuela, no hay tiempo que perder

La intervención de la Asamblea Nacional de Venezuela por parte del Tribunal Superior de Justicia provocó ayer una catarata de declaraciones y decisiones diplomáticas, desde América Latina a Europa, como no se conocían hasta el momento. Perú retiró a su Embajador, Costa Rica inició un proceso similar, Chile se pronunció inmediatamente condenando los hechos, al igual que México, Argentina y Panamá. La Unión Europea y Estados Unidos han condenado el autogolpe y han llamado la atención sobre los riesgos de un Ejército dividido, la efervescencia popular y la presión de la oposición.Durante el día de ayer la oposición venezolana reiteró su demanda de activación de la Carta Democrática de la OEA y reclamó la convocatoria de elecciones. El Presidente de la Asamblea Nacional, en varias de sus muchas comparecencias, aseguró que la movilización llegaría a las calles a su debido tiempo y con la astucia necesaria para evitar una represión inmediata.El Chavismo, debidamente asesorado por Cuba, ha ido actuando poco a poco dividiendo a la oposición, generando enfrentamientos en las mesas de negociación, instrumentalizando a los negociadores e intermediarios hasta asaltar definitivamente el poder. La OEA ha sido timorata y los países latinoamericanos han estado más pendientes de sí mismos que de la deriva chavista. Ya no hay más tiempo que perder. O se incrementa la presión diplomática internacional y se apoya firmemente a la oposición, o lo peor será inevitable.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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