J.L. Restán | Línea Editorial

En vísperas de la peregrinación del Papa a Fátima

En el mensaje enviado al pueblo portugués con ocasión de su peregrinación a Fátima, el Papa desvela su intención de consagrar el mundo entero a la Virgen. Francisco lo hará presentando a María los corazones de todos los hermanos y hermanas del mundo, rescatados con la sangre de su Hijo, “sin excluir a nadie”. Esa será su “rosa de oro”, su ofrenda de peregrino que acude a uno de los lugares donde más amor ha derramado la Madre de Dios, con su mensaje a los tres pastorcillos de Cova de Iria. “Un solo corazón y una sola alma” será lo que el Papa confíe la Virgen para pedirle que su corazón inmaculado sea el refugio y el camino que conduzca la humanidad a Dios. Con esta peregrinación quiere subrayar el significado de las apariciones de la Virgen hace cien años: la esperanza y la promesa de paz cuando los corazones se abren al amor. Precisamente estos días se ha estrenado una película-documental que relaciona las apariciones de Fátima con hechos de la historia del pasado siglo, desde el fin de la I Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín y el atentado contra Juan Pablo II. En un contexto cultural de extravío, pero también de búsqueda, esta peregrinación subraya la vigencia del mensaje de Fátima: que Dios sigue actuando en la historia para salvar a la humanidad y sostener su esperanza en las diversas circunstancias que atraviesa. Habrá que estar atentos a cuanto diga el Santo Padre en estos días.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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