Madrid - Publicado el - Actualizado
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Después de treinta y seis años de gobiernos socialistas en Andalucía, ayer comenzó a desplegarse un acontecimiento que se puede calificar de histórico: la alternancia de poder en la comunidad autónoma más poblada de España. La voluntad mayoritaria de los andaluces ha tomado forma con el acuerdo de gobierno entre las formaciones de centro derecha, PP y Ciudadanos, con el apoyo de VOX, que ha hecho posible que Marta Bosquet, de Ciudadanos, presida el Parlamento andaluz. Ahora queda la decisiva investidura del nuevo Presidente y la conformación del Gobierno.
En este proceso de conformación del cambio en Andalucía, PP y Ciudadanos deben anteponer a cualquier interés partidista el objetivo de potenciar el crecimiento económico, reducir el paro, convertir a la administración autonómica en un servicio integral a la ciudadanía y no en una red clientelar, y ofrecer a la sociedad civil las mejores posibilidades para desarrollar su iniciativa, especialmente en los campos educativo, empresarial y cultural.
Por más que la izquierda proteste de forma demagógica, este nuevo escenario inaugura un período de ilusión y esperanza en Andalucía, con un proyecto de regeneración de las instituciones que deberá confirmarse en los próximos años, y naturalmente estará sometido al escrutinio de los andaluces. También será interesante comprobar si este modelo de acuerdo entre el PP y Ciudadanos, con el apoyo externo de VOX, sirve como banco de pruebas para un nuevo ciclo político en España.