El CIS en campaña

De entre los organismos técnicos, supuestamente autónomos, dependientes del Ministerio de Presidencia del Gobierno, el Centro de Investigaciones Sociológicas ha sido siempre un referente para el análisis político y electoral. Es verdad que todos los gobiernos han utilizado este organismo para su información, pero desde que Pedro Sánchez nombró a José Félix Tezanos se ha dado un verdadero giro de tuerca en la utilización política de ese organismo, con el consecuente desprestigio y pérdida de credibilidad. Lo primero que hizo Tezanos fue modificar los criterios y mecanismos de diseño e interpretación de la macroencuesta. Una decisión que está dando buenos resultados para el partido en el gobierno, que parece usar el CIS como instrumento de campaña.

Resulta sorprendente que después de que a Sánchez se le hayan acumulado varios escándalos y contradicciones, los resultados del último barómetro, realizado del 1 al 9 de octubre, den una notable subida de intención de voto al PSOE y coloquen al Partido Popular en el tercer puesto, muy cerca del cuarto, que ocupa Podemos. Según el CIS, el PSOE sale indemne de su errática política, mientras que el PP obtiene los peores resultados desde 1996, con menos intención de voto incluso que en las épocas de la crisis y la corrupción. Al margen de los debates de técnica demoscópica, la realidad social parece muy alejada de los resultados que arroja un instrumento que en lugar de servir a la sociedad se ha puesto al servicio de la campaña de Sánchez.