Claudicación de Sánchez

La retórica vacía del discurso indepedentista se ha impuesto a la dignidad de un Gobierno que tiene como misión salvaguardar las instituciones del Estado. Lo ocurrido ayer por la noche y esta mañana en Barcelona supone una claudicación ante la narrativa de quienes califican la situación creada por el intento de golpe de Estado en Cataluña como un “conflicto político”,  sin referencia a la flagrante violación de la ley. El comunicado final de la “minicumbre” refleja el despropósito, no solo por lo que dice, sino por lo que no dice. Sánchez ha aceptado que se elimine toda referencia a la Constitución y al Estatuto, y Torra ha conseguido la imagen de una relación entre iguales. Estas cesiones ya han sido bien retribuidas con el apoyo del PdCAT y de Esquerra a la senda de gasto, para que Sánchez pueda alargar la legislatura. 

En realidad Pedro Sánchez no tiene un plan para abordar el órdago permanente de los secesionistas en Cataluña, tan solo ha conseguido ganar tiempo, y de paso ha blanqueado a quienes desafían abiertamente a la Constitución, alientan la violencia social y se mofan de los españoles. Es muy grave que para mantenerse en el poder, el Presidente esté dispuesto a transigir con todo esto, en lugar de buscar una iniciativa concertada con los partidos constitucionalistas. Tarde o temprano, lo que ha ocurrido en estas últimas horas en Cataluña va a pasar factura a un socialismo que parece haber olvidado lo mejor de su historia política.