Madrid - Publicado el - Actualizado
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Podemos y sus líderes llegaron a la política urgidos por el afán de cambiarlo todo. La lucha sin cuartel contra la que ellos denominaban “la vieja política” les granjeó en poco tiempo grandes apoyos mediáticos y electorales. Sin embargo, a medida que han ido pasando los años, la realidad ha ido revelando que el proyecto nacido al albur del movimiento del 15-M era poco sólido. Los personalismos y las facciones han devorado a Podemos hasta conseguir la escisión del proyecto. “Más Madrid” fue el resultado de la primera ruptura. Errejón quiso liderar una fuerza propia, autónoma y alejada de Pablo Iglesias. Lo ha conseguido, o eso parecía. Y no solo porque también “Más Madrid” ha sufrido una profunda escisión interna, sino porque la financiación ilegal sobrevuela el proyecto de Errejón en su camino hacia el Congreso de los Diputados, bajo la marca “Más País”.
Otra facción de Podemos en el ayuntamiento de la capital, “Recupera Madrid”, ha denunciado a Íñigo Errejón y a Rita Maestre, acusándolos de cobrar cuotas ilegales a personas que no están afiliadas, a asesores y representantes en los plenos de los distritos de Madrid.
A la espera del resultado de la investigación, Errejón debería ir aclarando las cosas y definiendo la naturaleza del proyecto que lidera. La extorsión es un delito y las purgas internas una praxis contraria a la democracia. Ni todo vale, ni todos son iguales.