Línea Editorial 5/11/2021

Graves carencias en la nueva Ley de Educación

El desarrollo de la nueva Ley de Educación, la LOMLOE, está confirmando los peores pronósticos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El desarrollo de la nueva Ley de Educación, la LOMLOE, está confirmando los peores pronósticos. Pese a la reiterada voluntad de la Conferencia Episcopal de ofrecer una propuesta adecuada a la formación integral de los alumnos en las materias referidas a la religión y al proceso de formación ética y moral, el Gobierno parece instalado en sus prejucios ideológicos y sordo a lo que demandan actores relevantes de la comunidad educativa.

Según el comunicado de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura, que preside el obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco, la asignatura de Religión, que está presente en todas las etapas, se propone sin una alternativa adecuada, y sin que su evalucaión se compute a efectos de promoción. Además, se ha recudido el número de horas respecto a la situación anterior. Aspecto éste que los obispos esperan que sea subsanado por la decisión de las Comunidades Autónomas a la hora de determinar buena parte de los contenidos curriculares.

Aunque consideran que “hay aportaciones positivas respecto a la preocupación por la formación humana del alumnado, el reconocimiento de la responsabilidad de las familias, o la referencia al marco internacional y a las competencias clave de la UE”, los obispos lamentan que “la dimensión espiritual y religiosa de las personas y de los pueblos no está suficientemente recogida en la Ley”. Por todo ello, la nueva Ley produce una honda insatisfacción. Entre otras razones porque, como también señalan los obispos, no es una propuesta nacida de un pacto educativo.

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