Línea editorial COPE: Escandaloso

El acuerdo al que llegaron el PSOE y Junts antes de la investidura de Pedro Sánchez incluye la elección y nombramiento de verificadores internacionales a los que se confiará la misión de certificar que se cumplan las condiciones pactadas. El inicio de esta nueva fase del proceso se celebrará el próximo sábado en Ginebra.

La información que poco a poco se va publicando confirma que tanto Junts como ERC no han hecho más que certificar, gracias al Gobierno de España, una estrategia en la que venían trabajando desde que Puigdemont abandonó España. La propuesta de los verificadores internacionales no es nueva. El independentismo siempre lo ha defendido porque es un modo de internacionalizar lo que ellos llaman “el conflicto catalán”, al tiempo que les permite escenificar una negociación bilateral con el Estado español.

Aún no conocemos la identidad de los verificadores. El Gobierno no parece tener interés en desvelarlo ni en explicar con detalle cómo se van a producir las reuniones y qué se va a negociar en ellas.

No es la transparencia lo que prima en este proceso, sino su éxito final. Todo apunta a la negociación de un referéndum de autodeterminación, aunque el Gobierno se empeñe en banalizar los hechos y minimizar sus consecuencias. El asunto es de enorme gravedad, y es escandaloso que el Gobierno se haya puesto al servicio de la estrategia independentista que busca dividir a la sociedad y al Estado.

Y, para colmo, ha pactado este proceso con un prófugo de la justicia, lo va a desarrollar en una ciudad suiza y con el concurso de un mediador internacional.